Quería contarles a mi manera lo
que me paso desde hace dos semanas. Resulta que en mis horas de ensueño me
propongo hacer de mi salud tema principal y como nunca había ido a un hospital de
forma sana en cuerpo y alma, emprendí mi labor de forma pura e inconciente de
lo que me esperaba. Muchos me tacharan de ingenuo, pero lo que me paso no deja
de ser solo una anécdota mas, es mucho mas que eso, quizás muchos de los
jóvenes trabajadores se sientan en mis zapatos.
Mi primera opción y por motivos
personales, fue el instituto Nacional del Torax. Llegamos a informaciones y
como estaba sano, por primera vez pude cerciorarme de aspectos que a veces
dejamos por alto. Todo, desde los archivos, hasta la forma de pago, era manual,
nada sistematizado, tuvimos (fui con mi hermana) que hacer cola para la ficha y
cada persona al menos tardaba 10 minutos, calculen cuanto tarde en la cola si
estaba sobre veinte personas. Pero para rematarlo, cuando faltaban 2 personas,
nos dicen que ya no existían vacantes. Quisimos pedir reserva para la tarde, y
su respuesta fue un no rotundo.
Jocoso aun pero un poco
decepcionado, decidí irme a la Caja Nacional.
Como ya estaba curtido con mi primera experiencia, todo seguía igual,
pero llegue a hacer mi consulta. Cuando me mandaron a “análisis” y “rayos X”,
el aparato de RX estaba mal. Luego fui a análisis, me dieron la hora. Llego temprano, cuando veo varios pacientes
esperando desde horas de gallo, con la misma hora para todos. Para colmo la que
atendía llega tarde, quise reclamar, pero grande fue mi sorpresa cuando los
mismos pacientes me increparon. Falto poco para que los pacientes hicieran un
monumento a la respetada señorita que atendía. Algo curioso era la edad de los
que insultaron mi atrevimiento. Todos pasaban de los 60 años.
Pensé que estaba sano, pero
talvez, realmente estoy enfermo, porque no puedo pensar como los demás. Talvez
debo de estar enfermo hasta las uñas, para poder tener ese sentimiento de gran
agradecimiento como para decir “me tratan y maltratan pero me sanaran”. A eso
hemos llegado. No tener el derecho a la queja, solo por que así ha sido y así
debe de ser por siempre. Quizás por que soy Ingeniero en Sistemas, este sistema
de salud me duele más. No se, envejeceremos todos y ¿llegare a ser como la
persona que me insultó solo por quejarme?, ¿me acostumbraré?... Solo Dios lo
dirá.
Centros de salud: MISION:
Trabajar para la salud de nuestro….
VISION: Seguir siempre así.